La parrillada, un tipo de barbacoa, es quizás la comida predilecta de los uruguayos. Lo que es importante resaltar que la cocción se realiza con las brasas de la madera, y no con carbón como se hace en el caso de la barbacoa. Tanto en la capital, Montevideo, como en otras zonas del interior del país, es común encontrar restaurantes, bares y centros de comida en donde la consumición cárnica figura como menú principal. Además, es muy frecuente que se organicen reuniones con o sin motivo de conmemoración, en las que se reúne dinero suficiente entre los invitados para auspiciar la parrillada o contribuir con su realización. Por lo general, y salvo contadas excepciones, el consumo de carne vacuna y porcina predomina notoriamente sobre los de otros animales. No obstante, el conejo, la liebre, el ñandú, el pato, el pollo y el jabalí cuentan con gran representación en las áreas rurales. En los últimos años se ha prohibido, según decreto del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, la ingestión de carne de caballo, siendo penalizada tal práctica desde todo punto de vista.
El asado, el pollo a la parrilla o al spiedo, el chorizo, la morcilla, los chinchulines, mollejas, tripa gorda, chotos (Parrillada) y la pamplona (arrollado de carne de cerdo o de pollo, relleno de queso, jamón, pimiento, aceitunas o pasas de uva) siguen siendo los platos preferidos por más de la mitad de la población. Sin embargo, caben agregar otros platos como el churrasco, las hamburguesas (generalmente hechas a partir de carne vacuna), y el clásico plato nacional, el chivito, un tipo de sándwich que puede ir o no acompañado de sobremesa